"El final de la pandemia" por Verónica Spross de Rivera
Lo que es más urgente es el regreso a la presencialidad escolar.
Nos encontramos ya frente al final de la pandemia como tal. Es posible que continúe la enfermedad COVID-19, pero deberá ser tratada de otra manera, y no como una pandemia que afecta todas las actividades económicas, sociales, culturales y deportivas en la sociedad.
En diversos países se ha eliminado el uso obligatorio de la mascarilla y se ha regresado a la normalidad, dado que la mayoría de las personas que lo han deseado se han vacunado. Hay algunos que han optado por no vacunarse de una manera voluntaria. El uso de la mascarilla queda como una decisión personal y que se realiza especialmente en espacios cerrados. El Ministro de Salud ha anunciado esta posibilidad recientemente, indicando que se están dando las condiciones para formular los cambios.
Esta es una buena noticia, poder regresar a la normalidad en la actividad económica y comercial, el transporte, los deportes, las actividades culturales y artísticas y religiosas. Ahora para la Semana Santa fue alentador ver el retorno de las tradiciones como las procesiones, que en la Antigua Guatemala y la ciudad capital se vivieron con especial fervor, con una participación del más del 50 por ciento que en la época prepandemia, lo cual es una buena señal, ver que las personas desean retornar a sus actividades, aun y cuando mantuvieron medidas de bioseguridad desde el ángulo preventivo.
Lo que es más urgente es el regreso a la presencialidad escolar. Se requiere que todos los centros educativos, el 100 por ciento, regresen con la mayor cantidad de atención a los estudiantes. Es urgente y necesario el contacto con los maestros para que se logre la nivelación, recuperación de aprendizajes y la aceleración del ritmo de desarrollo de destrezas y competencias. Los dos años irregulares con educación a distancia tienen un efecto que debe ser abordado de inmediato.
El Ministerio de Educación lanzó un programa de tutorías para apoyar a los estudiantes más rezagados. Se da participación a los graduandos de centros educativos públicos. Es importante prepararlos y apoyarlos con coaching para que puedan lograr la meta y trabajar en apoyo a los maestros del grado; no debe ser un trabajo independiente. Es de unir esfuerzos y hacer alianzas para apoyar a los alumnos más rezagados, no solo desde el ángulo de los graduandos, sino de otros voluntarios que se sumen a nivelar y acelerar el aprendizaje.
Fuente: https://elperiodico.com.gt/opinion/opiniones-de-hoy/2022/04/21/el-final-...
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