Evaluar para mejorar por Verónica Spross de Rivera
La metodología de aprendizaje basado en proyectos permite la integración de competencias de distintas áreas curriculares.
Todo apunta a que la pandemia está ya en sus últimas fases. Se hace necesario regresar a la vida normal, aun y cuando sea importante continuar implementando las medidas de bioseguridad. Los avances en la vacunación y la menor letalidad de la variante ómicron hacen que las condiciones para un retorno a la escuela sean más viables que hace un año. Según el calendario escolar, se ha previsto que los centros educativos del sector público inicien clases el 22 de febrero. Se ha previsto que sea con fuerte componente de presencialidad. Si se organiza la educación en una modalidad híbrida, donde los estudiantes asisten a clases en grupos o burbujas, dependiendo del aforo respectivo, todos los alumnos podrán tener acompañamiento y apoyo pedagógico de su maestro.
La cercanía y vinculación de los alumnos con los profesores es uno de los elementos fundamentales para alcanzar los aprendizajes esperados, según el estudio ERCE, de UNESCO. La situación de pandemia ha derivado en una lejanía de los estudiantes; no todos han logrado mantener contacto con su profesor y sus compañeros. Para muchos ha sido complicado aprender estando en la casa.
Por ello, el instructivo para el acompañamiento y evaluación de los aprendizajes, que realizó el Ministerio de Educación, resulta de utilidad porque incluye recomendaciones para evaluar en la modalidad híbrida. Contribuye con ideas de cómo usar distintos métodos, incluyendo rúbricas y ejercicios para los distintos grados y niveles educativos.
Incluye lineamientos para la evaluación diagnóstica de los aprendizajes, que tiene como propósito identificar qué y cuánto han aprendido los estudiantes. En el 2021 se realizó dicha evaluación para determinar las fortalezas y debilidades en los conocimientos, habilidades y destrezas que debían haber alcanzado para el grado que cursaban. Esos resultados, más la nueva evaluación diagnóstica que los profesores deberán hacer al inicio del nuevo ciclo escolar, deben dar luces sobre las estrategias para la nivelación, recuperación de aprendizajes y trazar una ruta para un aprendizaje más acelerado en 2022. Es un año donde se requerirá un compromiso muy grande de las comunidades educativas, de apoyar a cada estudiante de manera individual y en grupo, para que puedan desarrollar las competencias de matemática y lectura prioritariamente, más otras del área de ciencias o formación ciudadana.
La metodología de aprendizaje basado en proyectos permite la integración de competencias de distintas áreas curriculares, vinculando además los distintos saberes y conocimientos a la resolución de problemas de la vida real. La evaluación que se haga de los niños y jóvenes deberá determinar la ruta a seguir en cada centro educativo; constituyendo un cimiento para la construcción de los aprendizajes en 2022. Lo importante será que el plan busque recuperar terreno perdido, evitar la deserción y lograr establecer el grado de avance en las destrezas necesarias para continuar su trayectoria escolar y poder llegar a culminar el nivel educativo en el que se encuentran. La idea es poner toda la atención en la niñez y juventud para ofrecerles oportunidades de aprendizaje con apoyo de los docentes y de las TIC. Al retornar a la escuela deberá usarse tiempo, creatividad e innovación, a la par de un fuerte compromiso con todos y cada uno de los estudiantes. Como dice el Popol Vuh: “Que nadie se quede atrás”. Es momento de hacerlo vida.
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