"La importancia de la vacunación" por Editoriales de El Periódico

Mientras más tiempo transcurre, más evidencia se acumula acerca de la protección que las vacunas ofrecen contra el SARS-CoV-2. Por ejemplo, una reciente publicación de la prestigiosa revista científica ‘JAMA’, de la Asociación Americana de Medicina, encontró sólida evidencia que confirma que quienes recibieron la vacuna Moderna tenían menos probabilidades de ser hospitalizados que quienes se vacunaron con Pfizer-BioNTech. La tasa de hospitalización en los 60 días siguientes de la infección resultó ser del 12.7 por ciento para los que recibieron Moderna y del 13.3 por ciento para los que se inocularon con Pfizer. Ambas vacunas mostraron ser igualmente efectivas para reducir la mortalidad a consecuencia del COVID-19. Un estudio financiado por el Fondo Ruso de Inversión y realizado por investigadores rusos e italianos encontró evidencia de que los anticuerpos desarrollados por quienes recibieron la vacuna Sputnik V resultaron mucho más efectivos contra la variante ómicron que los que desarrollaron quienes se vacunaron con Pfizer. El estudio también concluye que una tercera dosis resulta necesaria para lograr mayor efectividad. Otro estudio, esta vez por parte del Instituto de Salud Carlos III de España, encontró evidencia sólida de que la cantidad de anticuerpos aumenta significativamente tras la tercera dosis en personas mayores de 65 años, especialmente aquellos capaces de neutralizar a ómicron.

Las anteriores líneas no tienen como propósito afirmar que una determinada marca de vacunas es mejor que otras para el combate de esta enfermedad; al final de cuentas, citando a una de las autoras de la publicación estadounidense, “aunque hay diferencias en cuanto a las infecciones, las vacunas más comunes son altamente protectoras contra la infección por SARS-CoV-2 y, especialmente, contra las consecuencias más graves de la infección”. Hay que aprovechar las ventajas que nos ofrece la ciencia moderna; ya habrá otros momentos para poner en duda la validez de los paradigmas científicos y la forma en que construyen la verdad las comunidades de conocimiento. En tal sentido, resulta muy llamativo que tres investigaciones independientes de fechas recientes, realizadas por equipos médicos de potencias mundiales que no necesariamente coinciden en todo, tal como podemos atestiguarlo en la tensa situación que Europa, Estados Unidos y Rusia mantienen en relación con Ucrania, terminen demostrando lo mismo: las vacunas son efectivas para evitar las consecuencias más graves del COVID-19. No tiene sentido enfermarse gravemente o perder la vida por andar buscándole tres pies al gato.

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