El COVID y la vacuna por Verónica Spross de Rivera
Mientras llega la vacuna, es prudente continuar con los esfuerzos de cuidado y medidas sanitarias que ayudan a evitar los contagios.
Un caso de éxito en cuanto a la vacunación es el de Israel. Aspira a tener a toda su población vacunada en marzo. Ya han inmunizado a 2 millones de personas. Cada día son vacunadas 150 mil personas diariamente, en promedio. Es de tomar en cuenta que para su eficacia se requieren dos dosis de la vacuna. El país gira en torno al plan de vacunación, a tal punto que han habilitado centros de vacunación en estadios y otras áreas públicas, así como también puntos de vacunación sin bajarse del automóvil. Es una estrategia enmarcada en su completo sistema de salud.
En Guatemala el Congreso aprobó la Ley 1-2021, para el financiamiento y adquisición de vacunas contra el coronavirus. Esta faculta al Ministerio de Finanzas para readecuar el Presupuesto nacional hasta por un monto de 1,500 millones con el objetivo de aumentar el presupuesto del Ministerio de Salud para adquirir las mencionadas vacunas, que serán aplicadas de forma gratuita y su aplicación será voluntaria para cada persona. Dentro de un mes el Ministerio de Salud deberá presentar el plan nacional de vacunación. Así pues, a finales de febrero se conocerá cómo se iniciará el proceso para la vacunación de los guatemaltecos. Esperamos que la vacuna que se pueda adquirir sea de la mejor calidad y eficiencia.
¿Quiénes deben ser vacunados con prioridad? La recomendación de las entidades especializadas es comenzar por las personas que brindan servicios médicos, las personas de la tercera edad que viven en hogares o asilos, los trabajadores esenciales de primera línea, como bomberos, policías, trabajadores agrícolas y de la industria alimentaria, trabajadores industriales, trabajadores de tiendas de comestibles, trabajadores del transporte público y quienes trabajan en el sector de educación (maestros, personal de apoyo y trabajadores de guarderías). Luego, personas que tienen 75 años de edad o más, que tienen riesgo de morir si enferman de COVID.
Cuando Guatemala supera los 156 mil casos de COVID reportados, y se ha observado un aumento en el número de casos después de las fiestas de fin de año, que conlleva un incremento también en la cantidad de personas que requieren hospitalización, la posibilidad de la vacunación da esperanzas a muchos de poder retornar a la vida normal, con la posibilidad de socializar y realizar las actividades usuales. Quizás una de las áreas que se beneficiará más de la vacunación es la de educación. Los niños y jóvenes que no pueden asistir a las escuelas de manera presencial y continúan recibiendo su formación a distancia, tendrán vacíos de aprendizaje que no será fácil llenar. Por ello, los maestros deberían estar en la primera fila de los planes de vacunación para que puedan retomar su labor en el aula de manera plena.
Mientras llega la vacuna, es prudente continuar con los esfuerzos de cuidado y medidas sanitarias que ayudan a evitar los contagios. Se ha mencionado la empatía y la solidaridad como los motores de la prudencia y la prevención, que deben estar presentes día con día en todos los hogares.
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