Estado líquido o estado sólido

Avanzar en la agenda de desarrollo es urgente, por ello debemos retomar el proceso de modernización del Estado y de reforma institucional que se ha venido posponiendo.

El deseo de los guatemaltecos es tener mayores oportunidades de empleo para obtener los ingresos necesarios que les permitan sacar adelante a su familia. El factor para determinar por qué hay países más prósperos que otros tiene que ver con las reglas del juego y las instituciones. Si hay certeza jurídica, reglas claras y un ambiente propicio para la inversión se logrará mayor crecimiento económico, generación de empleos y posibilidades de desarrollo económico y social.

Un caso del cual podemos aprender es Perú. Muestra una mejora en diversos indicadores, incluyendo los educativos. Sin embargo, conversando con un experto en evaluación comentaba que la clave de la mejora de los aprendizajes de los estudiantes peruanos, que son de los que en los estudios internacionales como PISA o TERCE más se han elevado, refleja más bien una mejora en el nivel socioeconómico de las familias peruanas. El crecimiento económico ha traído una mejora en los diversos indicadores económicos y sociales. Y, ello a la par de políticas y programas educativos bien orientados, que buscan alinear los incentivos con los resultados de aprendizaje de los estudiantes, les ha dado la posibilidad de mejoras en el sistema.

Volviendo a Guatemala, Fundesa propone tratar en el próximo Enade los temas que incluyen reformas al sistema político, al régimen de servicio civil, al sistema de adquisiciones, entre otras, que llevarían a una institucionalidad más sólida para incentivar la inversión y el desarrollo. Sin instituciones adecuadas se dificulta salir de la trampa en la cual nos encontramos, que impide la creación de empleos y desincentiva el desarrollo del emprendimiento, porque los beneficios no superan los costos de iniciar un negocio, pero sobre todo impiden que crezca y madure.

Entre las reformas se propone abordar el Sistema de Servicio Civil en Guatemala, el cual adolece de varias deficiencias, entre ellas: En primer lugar, el sistema cuenta con características normativas, estructurales y sistémicas que le impiden atraer y retener recursos humanos de la más alta calidad. Como segundo aspecto, existe una dispersión normativa y multiplicidad de regímenes, generando la existencia de diferentes prácticas de administración y gestión de personal que no favorece la mejora continua del personal al servicio de la administración pública. El tercer elemento tiene que ver con que las prácticas en las que debe reflejarse el mérito, despolitización, y transparencia son inconsistentes con la norma, es decir, existe una cultura de politización en la designación de los “gerentes públicos”, aunado a una situación de virtual inamovilidad de los empleados públicos. Como cuarto punto, las políticas de selección, nombramiento, inducción, ascensos y desarrollo de personal impiden una ejecución adecuada de la gestión del empleo y promueven la politización y arbitrariedad en el sistema. Por último, la estructura de las compensaciones y su administración no presentan condiciones para promover la eficiencia.

Para resolver estos problemas el CIEN en la Agenda de Desarrollo recomienda trabajar en la actualización de la información de los empleados públicos y elaborar la normativa basada en el mérito, así como regular los pactos colectivos adecuadamente y tener auditores que velen por el buen desempeño del sistema. Además, el fortalecimiento de la gestión pública pasa por mejorar la planificación con vistas a mejorar la eficiencia de los recursos del gasto público, así como contar con un funcional sistema de adquisiciones que promueva la transparencia y efectividad.

Avanzar en la agenda de desarrollo es urgente, por ello debemos retomar el proceso de modernización del Estado y de reforma institucional que se ha venido posponiendo, es ese el principal y mayor desafío del gobierno entrante.

https://elperiodico.com.gt/opinion/2019/10/03/la-utopia-de-la-paz-ancestral-ii/