El censo y sus datos
La información es como un faro en la oscuridad que orienta de mejor forma la trayectoria de un barco hacia su destino.
Después de una larga espera, esta semana fueron presentados los resultados del XII censo de población y VII de vivienda. Estos señalan que en 2018 éramos 14.9 millones de guatemaltecos. La tasa de crecimiento poblacional desde el último censo es de 1.8 por ciento anual. El censo se realizó del 23 de julio al 31 de agosto de 2018. Constituye una fotografía de los datos en ese momento, que sirve para hacer análisis, proyecciones, estimaciones y diseño de políticas públicas.
El esfuerzo para llevar a cabo un censo es grande. En esta ocasión participaron 25 mil personas de todo el país y se destinaron 348 millones de quetzales para poder realizarlo. El trabajo censal fue coordinado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), con la colaboración de algunas entidades de apoyo técnico, incluyendo a UNPFA, el Fondo de Población de las Naciones Unidas, CEPAL y otros organismos que cuentan con técnicos y expertos en demografía y estudios de esta envergadura.
Pasaron 16 años desde el último censo que había sido realizado en 2002. A partir de allí se habían formulado las proyecciones de población que daban sustento a muchos de los indicadores nacionales, incluyendo entre ellos el PIB por habitante, la cobertura educativa en los distintos niveles, la tasa de alfabetismo y la tasa de homicidios, entre otros. Estos deberán revisarse a la luz de los resultados, por lo que cambiará el diagnóstico en varias áreas. Se puede prever que resultaremos menos pobres, pues aumentará el ingreso per cápita y subirán las tasas de cobertura por nivel educativo. La verificación de los indicadores deberá realizarse conforme a los resultados del censo.
La presentación de resultados del censo generó expectativa en la comunidad. Muchas personas se preguntaban: ¿Cuántos somos realmente? ¿16, 17 o 18 millones? Muy pocos pensaron que estaríamos cerca de los 15 millones de personas en el territorio nacional. Es de tomar en cuenta que se estiman 3 millones de guatemaltecos residiendo en los Estados Unidos. Y, eso sin tomar en cuenta cuántos estarían en otros países. La divergencia con los datos que señala el Renap es importante, dicho registro reporta 20.2 millones de guatemaltecos. Quedó claro que el censo no incluye a la población que ha migrado, sino toma en cuenta únicamente a quienes viven en el país.
Algunos datos importantes que arrojó el censo incluyen la población por departamento. En Guatemala habitan 3 millones de personas, siendo el departamento más poblado, seguido por Alta Verapaz, Huehuetenango y San Marcos, en cantidad de población. Es interesante que cuatro de cada diez personas se identificó como maya y que tres de cada diez personas tienen de 0 a 14 años. De allí que resulte importante fortalecer la educación y la salud preventiva.
Somos todavía un país con muchas personas que viven en el área rural (46 por ciento), de allí deriva en parte el hecho de la carencia de servicios básicos de agua y saneamiento en muchos hogares. Ha crecido en cambio la disponibilidad de tecnología y comunicación, ya que seis de cada diez personas reportaron utilizar el celular y siete de cada diez tienen televisión.
Es positivo conocer los resultados del censo, pues la información ayuda a planificar con mayor eficacia los programas en las comunidades, priorizar las acciones, desperdiciar menos recursos y focalizar estrategias según el número de habitantes en los departamentos o municipios. Ahora se deberá analizar el cambio en los indicadores y comparar con otras fuentes con el propósito de validar los resultados. Sin embargo, se concluye que la información es como un faro en la oscuridad que orienta de mejor forma la trayectoria de un barco hacia su destino.
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