Reforma educativa “real”

Es importante poder analizar los comentarios y logros mencionados a la luz de los resultados en el sistema educativo.

Esta semana se llevó a cabo un evento con las más altas autoridades educativas y del país, incluyendo al presidente Jimmy Morales, que incluyó a líderes magisteriales, en el cual se abordaron diversos temas por parte del mandatario especialmente lo que considera los éxitos de la presente gestión, incluyendo remozamiento de escuelas, alimentación escolar, laboratorios de computación, libros de texto y certificaciones de competencia. Es importante poder analizar los comentarios y logros mencionados a la luz de los resultados en el sistema educativo, y compararlos con los objetivos planteados en el plan que se formuló a inicios de la administración 2016-2020. Uno de los temas que estaba en la planificación y que puede ponerse entre los pendientes es la ampliación de la cobertura en los distintos niveles: solamente la mitad de los niños asisten a al menos un grado de preescolar, y en el nivel medio, la mitad de los jóvenes no asiste a básico y solo uno de cada cuatro jóvenes se inscribe en el Diversificado. Grandes desafíos que no pudieron resolverse.

Uno de los logros señalados es el incremento en días de clase, indicando que en 2017 se alcanzaron 188 en 2018. Debe mencionarse la tendencia positiva de aumento en los días de clase, pero el sistema de monitoreo de días de clase, esfuerzo de auditoría social reportó 176 días de clase, en promedio, reportándose departamentos que están muy por debajo del indicador y otros que sí alcanzan los 180 días de clase. No es un logro generalizable, pues todavía se dan casos de centros educativos en donde no se imparten clases todos los días. Y, más que eso, no se ha logrado que todo el tiempo se emplee en actividades de aprendizaje para el desarrollo de competencias y destrezas en los estudiantes. La preparación de los educadores, tanto inicial como en servicio, debe cambiar para lograr realmente un cuerpo docente preparado para la labor en el aula. Nos decía el profesor Fernando Reimers que la formación docente, como lo hicieron en Singapur debe abordarse con seriedad y con visión de país, no es cuestión de una administración de gobierno, sino de varias y de hacerse cambios que vayan en la dirección correcta. Entre los logros que pueden mencionarse está el aumento de recursos para la alimentación escolar, proveniente de la ley aprobada por el Congreso. Este programa se ejecuta de forma descentralizada con la participación de las organizaciones de padres de familia. Actualmente se destinan cuatro quetzales diarios por estudiante de la primaria y la preprimaria, ello ha permitido que mejore la variedad y tipo de alimentación escolar, ahora prácticamente se da una comida completa que suple la nutrición de mejor forma, existen menús saludables, que están dándose a conocer entre los padres de familia, maestros y responsables de dicha alimentación en las escuelas. Debe señalarse que el esfuerzo presupuestario es importante pues se ha triplicado el monto destinado a este propósito.

Según lo reportado en el diario oficial, el presidente mencionó que la Ley de Contrataciones se impone como una camisa de fuerza para la reforma educativa ya que no permite hacer las cosas a la velocidad que se requiere. Planteó como requisito abolir la corrupción y la burocracia para lograr mejorar el sistema. Allí sí tiene mucha razón. A futuro, se necesita urgentemente abolir el clientelismo (que es una forma de corrupción) e introducir el mérito como criterio de contratación de docentes, ya que solamente mejorando los procesos de selección y contratación de docentes mejorará la calidad de la educación. Así también, debe evitarse la vinculación de los programas de profesionalización a la condición de ser maestro sindicalizado. Optar por ser parte de un sindicato debe ser una decisión libre, coaccionar a los docentes de que no se entregará el diploma a quien no se afilie a la organización gremial raya en el ámbito de la ilegalidad.

La verdadera reforma educativa sería la adopción de políticas docentes que promuevan el desarrollo de la profesión, por medio de una carrera docente, que permita contar con maestros preparados y comprometidos en todas las aulas de nuestro país.