Desde hace dos décadas, partiendo de la Constitución actual que entró en vigencia en 1986, se ha venido hablando de la descentralización y de cómo los municipios podían tener un rol importante para promover el desarrollo económico y social a nivel local. Se les asignaron recursos importantes, cuentan con el aporte constitucional y con fondos provenientes de impuestos determinados, como el denominado IVA Paz. veinte años después vemos disparidades, pues algunas corporaciones municipales han hecho un buen trabajo y otras no han realizado sus funciones.
En números redondos, de acuerdo al Sistema Nacional de Indicadores Educativos del Ministerio de Educación, en 2014 solo 48 de cada 100 jóvenes continuaban sus estudios en el ciclo básico y 26 de cada 100 en diversificado. De allí que cerca de 700 mil jóvenes están fuera del trabajo activo formal, según estudios de la Unión Europea. Y, anualmente 200 mil jóvenes están listos para ingresar al mercado laboral, pero solamente 20 mil logran un empleo formal. El problema de carencia de empleos se agudiza en el área rural.
Para evitar que muchos jóvenes busquen otras opciones en la informalidad, las pandillas o la migración ilegal es importante que la educación responda a sus necesidades de formación y generación de competencias y destrezas que les permitan acceder a oportunidades laborales con éxito o desarrollar emprendimientos en aquellas regiones donde hay poca inversión privada.
En la secundaria, la mitad de la cobertura educativa es privada y hay cerca de mil institutos que funcionan bajo el modelo de cooperativa con apoyo tripartito incluyendo a las comunas.
En los municipios es urgente el trabajo coordinado entre las distintas instancias que participan en educación a nivel local. La coordinación entre la Dirección Departamental, supervisores de distrito, alcaldes y organizaciones que trabajan a nivel local puede hacer una diferencia en los indicadores educativos. Si cada uno toma el rol que le corresponde los resultados pueden darle un giro distinto a la vida de los jóvenes.
Es necesario aumentar la cobertura de la secundaria y concretar la reforma del ciclo diversificado, para que la preparación de los jóvenes se ajuste al potencial competitivo de su región. Los procesos de diálogo social a nivel local, especialmente en instancias municipales, serán fundamentales para poder mejorar los indicadores y resultados de la educación.
La normativa vigente como el Código Municipal contempla las competencias delegadas al Municipio incluyendo la gestión de educación preprimaria y primaria, programas de alfabetización, remozamiento de infraestructura escolar, y obliga a la creación de una comisión de educación en cada municipio.
La ley de descentralización menciona que la educación es el área prioritaria para la descentralización de las competencias gubernamentales. La Ley de Educación Nacional por su parte establece que las municipalidades realizan aportes económicos para apoyo a la educación nacional y quedan obligadas a colaborar con el Ministerio de Educación.
Hoy en día las municipalidades cuentan con el marco legal para invertir en educación y es más un tema de voluntad política comprometerse con el futuro de los niños y jóvenes. Contar con servicios sanitarios dignos y apoyar la infraestructura escolar es la primera acción esperada, aunque pueden apoyar con introducción de tecnología y conectividad, así como con dotación de bibliotecas y actividades de promoción de la lectura.
Foto: Empresarios por la Educación
Fuente: Artículo escrito por Verónica Spross de Rivera para Siglo 21, 13/04/2016
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