"Una Guatemala más limpia" Por: Salvador Paiz

"Una Guatemala más limpia" Por: Salvador Paiz

Ayer arrancó oficialmente el ciclo escolar 2023 en Guatemala. En los próximos días, luego de tres años de ausencia, los niños retornan a sus clases. Vemos con emoción este regreso, pero también con preocupación. Los niveles educativos están por los suelos y los niños, en lugar de aprender, desaprendieron. Tres años es mucho tiempo y, tristemente, el precio de ese encierro nos saldrá muy caro si no recuperamos el tiempo perdido. 

Además del inicio escolar, este año también viviremos un cambio importante en nuestro país, ya que debe entrar en vigor el acuerdo gubernativo 164-2021, el reglamento para la gestión integral de los residuos y desechos sólidos comunes. Este acuerdo fue publicado en agosto de 2021 y, básicamente, nos daba a los guatemaltecos un plazo de dos años para aprender a clasificar nuestra basura. Su objetivo es asegurar la protección de nuestra salud y evitar la contaminación de nuestro medio ambiente. 

Guatemala es un país bellísimo, con enormes oportunidades turísticas e infinidad de flora y fauna que dan vida a nuestro planeta. Pero hoy nuestro país está enfermo y nos estamos encargando de matar nuestro potencial turístico y, además, de matarnos a nosotros mismos. Somos el mayor productor de desechos en Centroamérica, el 95 por ciento de nuestros ríos están contaminados y tenemos el segundo río más contaminado del mundo, el río Motagua.

Nos hemos encargado de contaminar el agua que bebemos con todo tipo de basura, causando un daño terrible a nuestra propia salud. Este escenario es terrible y no somos ajenos los efectos de dicha contaminación. Los ríos deberían de llevar vida, no muerte. ¿Podemos seguir ensuciando a Guatemala y envenenarnos a nosotros mismos o podemos optar por rescatar nuestro país y vivir una vida más saludable? 

Según datos del último censo, el 41.9 por ciento de la basura es recogida a través de un servicio municipal o privado, mientras que el 42.8 es quemada por las personas. La quema de la basura genera un alarmante daño a nuestro ambiente, desde la generación de carbono hasta la inhalación de sustancias tóxicas. En Guatemala, el porcentaje remanente acaba en basureros clandestinos, las laderas de nuestras calles, barrancos y ríos. 

Lamentablemente no tenemos leyes fuertes que nos ayuden a cambiar esta realidad. El reglamento de descargas y reúso de aguas residuales, el acuerdo 236-2006, lleva ya un atraso de 17 años. Su propósito era establecer los criterios, límites permisibles y requisitos que deben cumplirse para la descarga y reúso de aguas residuales, así como para la disposición de lodos. No obstante, se quedó en buenas intenciones porque nunca fue implementado. Este año no podemos permitir que le suceda lo mismo al acuerdo 164-2021. Este debe pasar a ser ley y no ser prorrogado sin consecuencia, sino más bien obligarnos como guatemaltecos a clasificar nuestra basura. Por ello, para empezar a cambiar estos hábitos, es importante incluir temas ambientales en la educación de nuestros niños. Necesitamos motivarlos a que tomen acción en este tema tan preocupante y que ellos mismos se conviertan en los catalizadores del cambio en sus familias y en sus comunidades. 

Por ello, para alentarnos a ser parte de este importante cambio, llega el concurso “ECO-aprendiendo”. Varias organizaciones y entidades, incluyendo el club Rotarios Guatemala Oeste y Funsepa, se han unido para motivar a la comunidad educativa de nuestro país a dejar atrás las malas prácticas del pasado y, así, salvar a nuestro planeta. 

Todas las escuelas de nuestro país están invitadas a participar. Para ganar deben demostrar con acciones concretas que sí es posible tener una Guatemala más limpia. Los centros educativos deben generar planes y mecanismos creativos para lograr una clasificación de la basura desde los hogares y convertir el centro escolar en un centro de acopio ejemplar.  Aquella escuela que lo aprenda a hacer mejor y demuestre su compromiso por ser un motor cambio en su comunidad, recibirá el gran premio de un entorno virtual completo, gracias al club Rotarios Guatemala Oeste y Funsepa. Este no es el único premio, muchas otras organizaciones también han preparado lindos reconocimientos para todas las escuelas que se esfuercen en este trayecto. 

Queridas escuelas, ¡ánimo! Ustedes pueden romper con estas malas prácticas y transformar la manera en que vivimos. Si bien son las municipalidades las responsables de manejar los desechos, somos nosotros los responsables de clasificarlos. Por tanto, somos nosotros los que tenemos que cambiar nuestros hábitos. Ninguno de nosotros nació sabiendo cómo hay que tirar basura, nos toca aprender a hacerlo bien y ser ciudadanos responsables. Recordemos que nuestros niños juegan un rol trascendental en este camino, ellos son el futuro de nuestra nación. Nuestro país nos necesita, no podemos seguir contaminando así. 

Visiten el perfil de Fundación Crecer Guatemala en Facebook, o el Instagram de Haciendo Eco para más información sobre cómo participar. 

https://elperiodico.com.gt/opiniones/opinion/2023/02/16/una-guatemala-ma...

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