Reducción de trabajo infantil y educación de calidad
La prevención y erradicación del trabajo infantil es una tarea compleja.
Las estadísticas mundiales señalan que 160 millones de niños en el mundo trabajan. La mayoría contribuye con el trabajo agrícola o comercial en el sector informal o realiza trabajo doméstico en su hogar. Lo más preocupante es la estadística de la niñez y adolescencia que realizan trabajos peligrosos o de alto riesgo para su integridad. En el ámbito empresarial desde hace dos décadas se han venido implementando protocolos para la prohibición del trabajo infantil y es allí donde se detectan avances importantes.
Sabemos que la prevención y erradicación del trabajo infantil es una tarea compleja, especialmente de frente a la situación económica y social derivada de la pandemia del COVID-19. En el área económica, la difícil situación por la que atravesaron muchas empresas ha reducido la cantidad de empleos que se generan anualmente, a la par de que muchas personas han perdido su trabajo, por lo que la difícil condición familiar lleva a que los jóvenes se vean obligados a realizar labores productivas para tener un ingreso que les permita contribuir con el mantenimiento del hogar.
En cuanto a la educación, tanto el BID, el Diálogo Interamericano, la Unesco y otras entidades internacionales han señalado los riesgos de deserción escolar y brechas de aprendizaje que se perciben ya en la mayoría de los países de la región latinoamericana. El profesor Reimers, de la Universidad de Harvard, ha indicado que los efectos reales se podrán conocer hasta que la pandemia haya concluido. Ambos problemas, económico y educativo, se suman para generar una alerta naranja, debido a la reducción en la velocidad de disminución anual de los indicadores de trabajo infantil. Y lo que sucede en Guatemala no será muy distinto a lo que acontece a nivel global.
Ante ese contexto, se hace relevante para la Red Empresarial para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil “Los Niños y las Niñas a la Escuela” y sus integrantes haber obtenido el Premio Internacional “Líder del Cambio” para la Erradicación del Trabajo Infantil 2021, promovido por la Organización Internacional de Empleadores (OIE). Dicha red PETI cuenta con la participación de dos ministerios, el de Trabajo y el de Educación, así como cámaras, entidades gremiales, fundaciones y dos organizaciones del sector privado que promueven acciones en el ámbito de responsabilidad empresarial y en el de la incidencia para la generación de propuestas de política pública.
Los esfuerzos del país por alcanzar la meta 8.7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se reflejan en este reconocimiento, pero sobre todo se están reconociendo los programas educativos y de desarrollo de la juventud que por más de 30 años viene desarrollando el sector azucarero y su fundación, así como el sector de la caficultura, liderados por Anacafé y la Fundación del Café. Asimismo, se suman los esfuerzos de Empresarios por la Educación en cuanto a auditoría social, reconocimiento de prácticas docentes innovadoras y la dotación de recursos tecnológicos y conectividad para los estudiantes. El reconocimiento inspira a promover esfuerzos públicos y privados de amplia escala para fortalecer el desarrollo humano, lo cual se logrará con nutrición para la primera infancia, educación de calidad para niños y adolescentes apoyada en los recursos digitales y docentes preparados y capacitación para el trabajo para los jóvenes, como medios fundamentales para prevenir el trabajo infantil y asegurar un mejor futuro para todos los niños y niñas.
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