PISA 2018 con resultados desalentadores en América Latina:
Qué podemos aprender de los países asiáticos
Guatemala, 3 de diciembre de 2019
PISA es un estudio internacional que mide la habilidad que demuestran los estudiantes de 15 años que asisten a centros educativos públicos y privados para resolver problemas de la vida diaria. La evaluación, realizada en 2018, es gestionada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y se enfoca en tres áreas: matemática, lectura y ciencias. Se incluyó la medición de habilidades lectoras digitales, además de las tradicionales, ya que la tecnología ha transformado la forma de leer, de intercambiar información y ha generado nuevas formas de escribir.
Esta evaluación ha sido concebida como un recurso para obtener información abundante y detallada que permita a los países miembros adoptar decisiones y políticas públicas necesarias para mejorar los niveles educativos bajo la premisa de que lo que no se mide no se mejora.
El 3 de diciembre la OCDE presentó los resultados de las pruebas PISA 2018. Los resultados de los países de América Latina señalan que en la región los estudiantes no están aprendiendo lo suficiente y se concluye que están muy alejados de los estándares de calidad. El estudio indica que en los países del mundo desarrollado, los jóvenes han visto pocas mejoras en su desempeño durante la última década, a pesar de que el gasto en educación aumentó en un 15% durante el mismo período. En el caso de Latinoamérica, Chile, Colombia y Perú mejoran sus resultados comparando con anteriores mediciones de PISA. Argentina y Uruguay logran mejorar sus resultados en la última década, pero son aún pasos insuficientes para alcanzar la meta de una formación de calidad para todos. Los países asiáticos dominaron los primeros lugares del ranking del área de lectura que incorpora a 79 sistemas educativos participantes en PISA. Destacan las provincias de China –Beijing, Shanghai, Jiangsu y Zhejiang, así como Singapur, cuyos estudiantes obtuvieron puntajes significativamente más altos que todos los demás países/economías que participaron en PISA.
Guatemala no participó en este estudio, aunque si estuvo incluído en PISA para el desarrollo en 2018: Los resultados reflejaron deficiencias y a su vez grandes desafíos, que dieron una luz para orientar la transformación del nivel medio y del sistema educativo en general, de modo que se logre el objetivo de formar ciudadanos con mayor y mejores habilidades. Participaremos nuevamente en PISA 2020-2021, lo que es una buena noticia pues los hallazgos nos permiten formular políticas y programas que promuevan el buen desempeño académico, mejoren la salud y el bienestar, e incentivan el compromiso de los estudiantes con su propia formación.
América Latina, y Guatemala incluída, debe repensar las escuelas, para que sean más innovadoras y enfocadas en desarrollar las habilidades fundamentales, pero también el pensamiento crítico. Los docentes son el factor clave para mejorar los aprendizajes; se requiere una nueva carrera docente basada en la meritocracia, donde ingresen a la profesión los docentes más preparados y comprometidos para una adecuada labor en el aula.
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