El período actual que se está viviendo en el país corresponde a uno de transición, entre el gobierno saliente y el entrante.
En educación, por ejemplo, muchas de las tareas serán de continuidad del plan anual que se venía implementando.
Los programas en educación generalmente trascienden a las administraciones gubernamentales, aunque cada ministro le imprime su sello distintivo.
Entre los temas a los que debe darse seguimiento está la reforma curricular. A partir de los Acuerdos de Paz se elaboró el Diseño de Reforma Educativa, que ha venido orientando los planes de gobierno desde 1997. De allí derivó el Currículo Nacional Base (CNB) el cual comenzó a trabajarse por los técnicos durante varios años.
Se comenzó a implementar en las aulas de la primaria a partir de 2004. Posteriormente, se implementó en la preprimaria. Fue ya en 2008 año en el que se concluyó el nuevo currículo del ciclo básico del nivel medio.
El gran desafío ha sido y continúa siendo que los docentes de cada nivel lo conozcan y trabajen en sus aulas con los alumnos.
No se ha concluido la reforma del nivel medio, estando aún pendiente la transformación de las carreras de diversificado, con el fin de que estas respondan a las necesidades de formación de los jóvenes en pleno siglo veintiuno.
Así pues, la transformación del nivel medio es un tema a abordar en la transición y a la cual la próxima administración de gobierno que asuma debería darle prioridad.
Otro tema que requiere mucha atención en estos meses y los venideros es la formación docente.
En primer lugar, es necesario continuar fortaleciendo la formación inicial que reciben los educadores, la cual se ha llevado al nivel superior.
Actualmente, los jóvenes que desean ser maestros cursan el bachillerato en ciencias y letras con orientación en educación en las Escuelas Normales, oficiales o privadas.
La etapa de especialidad está en manos de la Universidad de San Carlos.
Es necesario fortalecer los pensa de ambas etapas con el fin de verificar que se adquieran las competencias esperadas en cada instancia.
Otra tarea importante es actualizar a los formadores de formadores. Además, la profesionalización docente que ya ha cubierto a cinco grupos o cohortes es un tema para revisión, evaluación y seguimiento.
En la transición es importante dialogar sobre los avances y lecciones aprendidas en las estrategias para el fortalecimiento de la lectura y la matemática, que buscan mejorar los aprendizajes de los estudiantes.
Es importante construir sobre los esfuerzos realizados, especialmente dotando a los centros educativos de libros de lectura y continuar esfuerzos de capacitación docente para mejorar las prácticas de aula.
En esta etapa será fundamental que se continúe con las pruebas nacionales e internacionales que están planificadas, ya que éstas generan información valiosa sobre el aprendizaje de los estudiantes con el fin de tomar decisiones de mejora en las escuelas.
Quizás lo más importante en la transición será velar porque se realicen los procedimientos para que en el ciclo escolar 2016 todos los alumnos puedan contar con alimentación escolar, útiles y libros de texto.
Asimismo, renovar la infraestructura y mobiliario en los centros que lo requieran.
El tiempo es corto, es importante focalizar la transición en las acciones más importantes y planificar un proceso ordenado con entrega de información completa al equipo que resulte electo.
Fuente: Artículo de Verónica Spross de Rivera en Siglo 21, 30/09/2015
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