Comunicarse con los estudiantes es la clave para mantenerlos interesados y motivados a estudiar a pesar de las dificultades.
Al inicio del ciclo escolar 2021 surgen muchas inquietudes en torno a la formación de los jóvenes de la secundaria. La primera inquietud es sobre la inscripción y permanencia. ¿Se van a inscribir en la escuela para continuar su trayectoria educativa o prefieren ir a trabajar? En algunos casos las familias están pasando dificultades económicas y se les hace difícil seguir apoyando a sus hijos adolescentes para que sigan estudiando. Algunos se trasladarán de colegios privados a institutos públicos, por la falta de medios para pagar un servicio educativo privado.
Una duda fuerte es si los alumnos del nivel medio van a continuar estudiando o van a preferir dedicarse a alguna actividad productiva. La crisis ocasionada por la pandemia parece afectar más a los adolescentes y jóvenes, para quienes ir a estudiar es una oportunidad de relacionarse con otros jóvenes, hacer amigos y pertenecer a un grupo social. Al imposibilitarse la presencialidad en los centros educativos se ve afectado el interés de los jóvenes a estudiar, en parte porque los programas educativos no son de su interés o no son relevantes para su vida, o porque no están motivados a continuar los estudios debido a la falta de socialización. También puede darse abandono escolar debido a que el docente no está preparado para liderar un proceso de educación a distancia.
El modelo educativo híbrido que se ha propuesto para 2021 incluye clases presenciales, según el semáforo epidemiológico, observando el protocolo sanitario y las medidas de distanciamiento recomendadas, como uso constante de mascarilla, ventilación y asistencia por grupos al centro educativo. Se necesita la conformación del Comité escolar de gestión de riesgo y la elaboración del protocolo sanitario del centro educativo, para que se dé la apertura de clases presenciales.
Lo más importante del modelo híbrido es cómo se abordará la formación a distancia. Una recomendación es aprovechar las clases por televisión y radio y realizar videos para enviar a sus alumnos con los distintos temas curriculares. Además, se contempla la entrega de materiales escritos o digitales del Mineduc para apoyarles en su aprendizaje. La metodología a utilizar debe ser innovadora, incluyendo el Aprendizaje basado en proyectos, o la de Clase invertida. Lo más importante es aprovechar los recursos digitales disponibles, la mayoría de los cuales pueden obtenerse de forma gratuita debido a la pandemia. La clave está en la planificación de clase de los docentes, la cual debe incluir los recursos recomendados para potenciar el aprendizaje. Por ejemplo, para temas de ciencias y matemática puede asignarse videos de ‘Khan Academy’, la aplicación ‘Oráculo Matemágico’ para desarrollar destrezas matemáticas, videos sobre ciencias como los de ‘El robot de Platón’, que implementó Aldro Bartra, o ejercicios con ‘Prueba-T’. Y, no debe faltar una app para aprender inglés. Muchas ‘apps’ se bajan una vez y luego se pueden usar sin Internet.
La clave para mayor aprendizaje y desarrollo de las destrezas de los alumnos es la preparación del profesor. Por ello, es fundamental capacitar y actualizar a todos los directores y docentes, sobre todo en el uso de las ‘TICs’, para que puedan integrar los recursos digitales en las distintas áreas curriculares, y aprovechar los teléfonos inteligentes para reforzar la educación, siempre y cuando haya posibilidad de conectividad. Comunicarse con los estudiantes es la clave para mantenerlos interesados y motivados a estudiar a pesar de las dificultades. Es un esfuerzo que vale la pena.
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