"Formación inicial docente" por Dr. Roberto Moreno
Momento para asegurar el éxito de una reforma trascendental.
Los procesos de cambio son siempre difíciles de abordar. El sistema educativo no es la excepción. El peso de la costumbre, las expectativas de los diversos grupos involucrados, los intereses particulares y gremiales, la dificultad de ponernos de acuerdo y la inercia provocan que las transformaciones no sucedan con facilidad. Cuesta dar continuidad a los procesos y lograr que todas las piezas del engranaje estén bien ensambladas y debidamente aceitadas. La agenda de calidad de la educación exige la articulación de múltiples componentes, pues depende de muchas variables. Está sujeta a la alineación de estrategias, una planificación detallada, la oportuna y cuidadosa asignación de recursos, la voluntad política y una adecuada gestión.
Una de las reformas educativas más trascendentales realizadas en la última década ha sido la transformación de la formación inicial docente. La calidad de la educación y su capacidad de generar los resultados esperados exige contar con profesores actualizados, con los conocimientos, competencias y actitudes que les permitan cumplir con la enorme responsabilidad que la sociedad les confiere para la preparación de nuestros niños y jóvenes. Es por ello que la generalidad de países hemos trasladado la formación docente a nivel superior. En el caso de Guatemala, esto ha conllevado tanto la profesionalización de docentes en servicio como la reestructuración de la formación de los nuevos maestros.
Aunque varias universidades llevan a cabo programas de formación de profesores de primaria desde hace años y que tanto la Universidad de San Carlos (Usac) como las demás instituciones han hecho un gran esfuerzo para unificar criterios y lograr que sus programas en este campo cumplan con estándares adecuados, algunos cuestionan si la estrategia ha sido exitosa y de impacto. Desde 2013 el Ministerio de Educación (Mineduc) y la Usac suscribieron un convenio de cooperación para la transformación de la formación inicial de docentes a nivel superior, lo cual dio lugar dos años después a los primeros programas de formación de profesores de primaria en la universidad pública. Hasta 2021 ingresaron siete cohortes de estudiantes a la Usac.
Hace una semana el Consejo Superior Universitario de la Usac anunció que dejaba en suspenso la octava cohorte de profesorado de primaria. Según señala, la decisión obedece, entre otros factores, a las limitadas competencias de razonamiento lógico-matemático de los egresados de bachillerato en educación y a una reducción progresiva de los interesados en el profesorado, lo cual ha reducido los fondos que el Mineduc traslada anualmente a la Usac. Adicionalmente, hizo ver que no se ha contratado a los graduados del programa, lo cual incide negativamente en el interés de los aspirantes. Consecuentemente, propone la revisión de los aspectos mencionados para asegurar la continuidad del proceso.
Es imperativo hacer una evaluación profunda de la puesta en marcha de esta reforma, incluidas las diversas aristas, para garantizar su adecuada implementación. El tema va más allá del convenio particular suscrito entre la Usac y el Mineduc. Ojalá se tomen en cuenta otros actores, incluido el consorcio de universidades. Con toda seguridad un trabajo bien coordinado, con la participación de todos, puede contribuir a fortalecer los procesos de formación docente. Debemos sumar fuerzas para retomar esta importante reforma que busca entregar a la sociedad los profesores que necesita para lograr que la educación ayude a mejorar la vida de los ciudadanos.
https://elperiodico.com.gt/opinion/opiniones-de-hoy/2022/01/21/formacion...
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