"El internet es una herramienta clave" por Verónica Spross de Rivera

Se necesitan múltiples respuestas innovadoras que deben surgir desde el ámbito privado o municipal.

Uno de los mayores desafíos que ha suscitado la pandemia es la disponibilidad de conectividad para toda la población. Según el último censo, realizado en 2018, tres de cada diez guatemaltecos contaba con un dispositivo con capacidad de conectarse al internet y tenía posibilidad de acceder a dicho servicio para comunicarse, buscar información o capacitarse, entre otras actividades. 

Con la pandemia, la demanda de conectividad ha aumentado, ya que muchas personas se desempeñan laboralmente desde su hogar o acceden a la educación, lo que ha implicado un aumento del requerimiento del servicio de internet con mayor capacidad, ya que se conectan simultáneamente varios miembros de la familia. Las empresas realizan mercadeo por medio de las redes sociales o utilizan plataformas para el trabajo colaborativo. Los archivos institucionales se han estado mudando a formatos digitales, utilizando la nube como alternativa al papel. 

La educación, desde hace ya 17 meses, se realiza a distancia o en modalidad híbrida, lo que implica un fuerte componente de uso de los medios digitales, incluyendo plataformas de comunicación, y sistemas de gestión del aprendizaje, en los centros educativos privados. En la educación pública, los docentes utilizan más la conectividad para comunicarse con los padres de familia, principalmente a través del WhatsApp y otras aplicaciones de mensajería usados en los teléfonos celulares.

La salud utiliza los medios virtuales como alternativa. Los médicos realizan consultas por medio de plataforma digital o por medio de aplicaciones que facilitan la comunicación, sin que se dé el contacto físico, siendo primordial el distanciamiento debido a la pandemia. La posibilidad de mejorar los diagnósticos enviando consultas a especialistas, pudiendo realizarse incluso de forma internacional, es uno de los beneficios de contar con internet. 

Algunos países han sido más proactivos para implementar programas de aumento de la cobertura de internet en áreas rurales. Destacan los casos de Perú y Colombia; ambos han acelerado programas de aumento de la conectividad rural, para beneficio de los servicios sociales a los que accede la población de menores ingresos. En República Dominicana, los estudiantes cuentan con equipo y conectividad para poder continuar sus estudios aprovechando los recursos digitales.

Las respuestas observadas van por la vía de promover municipios digitales, con apoyo de empresas que ofrecen conectividad, así como esfuerzos de organizaciones locales que ayudan a las escuelas en apoyo al Ministerio de Educación. Sin embargo, todavía no se ha implementado una estrategia que impacte los indicadores del país. Hay avances, pero se necesitan múltiples respuestas innovadoras que deben surgir desde el ámbito privado o municipal, destrabando las regulaciones que dificultan el aumento de la cobertura del servicio. El BID ha anunciado que apoyará la introducción de tecnología para 3 mil escuelas, lo cual sumará al tema. La brecha digital persiste y se tiene como asignatura pendiente dar respuestas eficaces a la necesidad de conectividad para los emprendimientos y las personas de todo el país, que necesitan conectarse para ser parte del mundo global y aprovechar las ventajas del mundo digital, especialmente en esta situación que vivimos. 

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