Desafíos de la educación ante la crisis del covid-19
La directora ejecutiva de Empresarios por la Educación, Verónica Spross de Rivera, presenta un análisis de los desafíos de la educación en Guatemala y cómo superarlos antes de pensar en el regreso a las aulas, luego de la suspensión por el coronavirus.
Al analizar la situación educativa a inicios del año, revisando el legado del gobierno anterior, sobresalen como temas positivos como el aumento de la inversión en la alimentación escolar, que se ejecuta de forma descentralizada, transfiriendo recursos a las organizaciones de padres de familia, OPF. Estas reciben 4 quetzales diarios por cada estudiante de la preprimaria y primaria, contándose con menús regionalizados que buscan cumplir con una adecuada nutrición.
Aunque se avanzó en implementar un nuevo programa de remozamiento, que fue denominado el V programa, la infraestructura de las escuelas continúa siendo un tema crítico. El programa llegó a un 10 por ciento de los centros educativos, en parte debido a la insuficiencia de recursos que se atribuye a la asignación de fondos que conlleva el aumento salarial derivado del pacto colectivo firmado a finales de 2018.
También destaca el arranque de la estrategia para atender a la niñez de los 0 a los 4 años, que incluye la implementación de centros comunitarios de desarrollo infantil temprano. En cuanto a la cobertura, la administración actual se encontró con indicadores preocupantes, especialmente en el nivel medio, donde una cantidad cercana al millón de jóvenes no participa en el sistema educativo. Es de poner atención a la repitencia en primero básico y a los indicadores de deserción escolar. En cuanto al aprendizaje, hubo mejora en los resultados de la evaluación a los graduandos en lectura y en matemática, pero el ritmo de avance aún es insuficiente.
Dos deudas principales se identifican al inicio de esta gestión: A) La insuficiente incorporación de las tecnologías de la información y la comunicación –TICs- para potenciar el aprendizaje. A diferencia de países de la región como Costa Rica, aún no contamos con una estrategia país se incorporación de la tecnología en las escuelas. Nuestros hermanos ticos, con un plan sostenido de casi 30 años, han logrado que el 95% de centros educativos tengan equipo tecnológico. B) Carecemos aún de un proceso de selección de los docentes que privilegie el mérito o calidad del docente; no se logró implementar un sistema que considere a los mejores candidatos para cada puesto docente.
A los 60 días del inicio de la gestión el actual gobierno, el Coronavirus o COVID-19 hace su aparición en el país, alterando el contexto nacional y afectando al sistema educativo. Ante la amenaza de la pandemia y la necesidad de contención del virus de Wuhan el Ministerio de Educación presentó el Plan integral de prevención, respuesta y recuperación, que se compone de tres fases. La primera ha sido bastante exitosa en promover la importancia de la cuarentena en casa acompañada de las medidas de prevención como lavado de manos y uso de la mascarilla. Muy importante ha resultado la estrategia de entrega de alimentos no perecederos a las familias de los estudiantes, como una ayuda en esta etapa donde muchos padres y madres no han podido desempeñarse laboralmente, con la consecuente dificultad para proveer alimentos a sus hijos. El esquema descentralizado de entrega a través de las OPF ha resultado eficiente para llegar a localidades lejanas del área rural.
La segunda fase incluye la estrategia #AprendoEnCasa con el objetivo de que los estudiantes continúen su formación y desarrollo de competencias desde el resguardo en el hogar. Para ello se están realizando acciones para llegar a todos los ámbitos, urbano y rural, que incluyen programas de televisión y radio, guías de autoaprendizaje impresas, así como la habilitación de una biblioteca digital escolar, que busca poner a disposición de todos los estudiantes y docentes recursos digitales para apoyar en el desarrollo de destrezas de los alumnos.
La tercera fase implica el retorno a clases, es incierto cuándo podrá realizarse, lo que se ha adelantado es que al suceder será importante cumplir con medidas de distanciamiento social y de sanitización de los ambientes escolares. Es entonces urgente realizar mejoras a la infraestructura escolar, priorizando la disponibilidad de agua en todos los establecimientos educativos.
Entre los retos principales en esta emergencia están la necesidad de ampliar la disponibilidad de internet para beneficio de millones de estudiantes, ya que según el último censo solamente dos de cada diez hogares cuenta con acceso a conectividad. A la par de ello, es necesario un plan para que los estudiantes, y principalmente del área rural, puedan contar con dispositivos tecnológicos, como tabletas o teléfonos, que les permitan acceder a las diversas plataformas y recursos digitales para continuar su formación en casa de forma efectiva.
Asimismo es necesario apoyar a los docentes con tecnología y con capacitación en metodologías de formación a distancia y en apoyo psicosocial para poder orientar mejor a sus estudiantes en esta etapa, y luego les ayuden en el retorno a clases, evitando a su vez la deserción escolar. Los padres de familia requieren, a su vez, mucha información para saber cómo apoyar a sus hijos en su aprendizaje, identificando recursos, sitios y aplicaciones educativas; conversando y haciendo juegos, que contribuyan al desarrollo de destrezas desde el hogar. En estos momentos se debe tener un equilibrio en la cantidad de trabajos a desarrollar y no tratar de abarcar todo el contenido que está en el currículo nacional base, sino que hay que priorizar las competencias, de modo que los estudiantes vayan vinculando lo que están viviendo día a día con los aprendizajes esperados.
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