Actualización docente
Momento para reflexionar sobre esta época de cambios.
Esta semana se realizó la jornada de actualización docente en la Universidad del Valle de Guatemala. Hay muchas lecciones aprendidas y experiencias qué rescatar. Luego de intensas semanas de trabajo, en donde hubo que reacomodar muchas de las piezas del rompecabezas, el primer semestre llegó a su fin. Durante la temporada de clases los profesores apenas tuvieron oportunidad para reflexionar sobre la situación. Dentro de sus posibilidades y con las limitantes del caso, estaban más pendientes de lograr que las cosas del día fueran saliendo y de ajustar sus actividades al trabajo remoto. Estaban concentrados en obtener las mejores herramientas a su alcance para prestar una atención adecuada a sus estudiantes. Ahora, finalmente hay tiempo para hacer un alto en el camino, evaluar lo vivido en el primer ciclo académico del año y planificar el siguiente semestre.
Comenzamos la jornada de actualización pidiendo a los participantes que resumieran en una palabra lo que hacía único el ciclo académico que acababa de terminar. Algunos escogieron un término que resumiera las condiciones enfrentadas durante la coyuntura y la magnitud del esfuerzo realizado. Reto, atípico, exigente, desafiante, adaptación y difícil se anotaron en el listado. Muchos otros, visto desde otra perspectiva, optaron por algo que denota lo que ha resultado del proceso por el que pasaron, resaltando lo que ha surgido de la vivencia: compromiso, novedad, innovación, aprendizaje, superación, impactante y florecimiento. Alguien seleccionó cercanía para describir lo experimentado. El término parecería ser disonante con la noción de educación a distancia. Sin embargo, al entablar conversación con estudiantes y docentes uno se da cuenta que hace pleno sentido, pues, gracias a la tecnología, ellos estuvieron en contacto cercano y comunicación permanente durante las últimas doce semanas.
Las experiencias han sido reveladoras. Hace unos días recibí un elocuente mensaje de Oscar, un estudiante de primer ingreso, que brinda un tributo muy emotivo a la vocación de servicio y al inmenso esfuerzo realizado por los docentes en esta compleja coyuntura. Como él señala, “Este lapso de tiempo transcurrido ha sido un poco diferente. Sin embargo, logré presenciar un mayor acercamiento con mis docentes y compañeros de curso. Fue algo asombroso y digno de admirar, porque su esfuerzo y asistencia se hizo notorio día a día, a lo largo de estos tres meses. Llegué a reflexionar que en estos duros tiempos, el internet y nuestra computadora eran nuestros mayores aliados, es decir, cada uno tenía que velar porque su conexión persistiera y no diera ningún fallo durante la clase, y estoy agradecido a los docentes, quienes realmente dieron su mayor esfuerzo virtual para transmitir su sabiduría y optimismo hacia nosotros”.
La pandemia nos ha hecho asumir grandes retos, superar varios obstáculos y enfrentar muchos temores. También nos ha dejado enseñanzas inspiradoras sobre nuestra capacidad de manejar los cambios y reinventarnos. Una de las más valiosas es recordarnos que debemos valorar en su justa dimensión la extraordinaria labor de los educadores. En esta época de gran incertidumbre, es bueno poder confiar en algo. Podemos estar seguros de la capacidad y entrega de los educadores a la loable profesión que escogieron. El jueves de la semana próxima se celebra el Día de Maestro. No deje pasar la ocasión para reconocer el impacto que sus docentes han tenido en su formación y en sus vidas. Si tiene la posibilidad, envíeles un saludo y un mensaje de agradecimiento, haciéndoles ver que les tienen presentes. Seguramente lo valorarán mucho. ¡Feliz Día del Maestro!
Fuente:
https://elperiodico.com.gt/opinion/2020/06/19/actualizacion-docente/
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