Recibir una educación de escasa calidad es lo mismo que no recibir educación alguna. En el país, en los últimos años han sido recurrentes los cuestionamientos al sistema educativo, tanto público como privado, por su escasa calidad.
Los teóricos de la educación consideran que tiene poco sentido brindar a un niño o niña, jóvenes y señoritas, la oportunidad de matricularse en la escuela o colegio si la calidad de la educación es tan precaria que no les permitirá adquirir las habilidades aritméticas básicas o prepararse para la vida con un sentido crítico de la realidad.
Al parecer la paradoja de nuestro sistema educativo guatemalteco, especialmente el privado, solo gira en vender el nombre, el estatus, la ubicación o el monto de la colegiatura, aunque distante de la calidad de la educación que imparte. Desde el año 2006 el Ministerio de Educación (Mineduc) realiza a los alumnos que cursan el último grado del Ciclo del Nivel Diversificado una evaluación que mide el grado de conocimiento en Matemática y Lectura. Si bien la prueba adolece de deficiencias metodológicas o de representatividad, el mismo aflora resultados que permiten inferir en lo malo que estamos en el sector educativo. En el ámbito nacional el rendimiento en lectura apenas llega al 26.03%, mientras que en matemática se queda en apenas 8.02%.
El Mineduc busca corregir estas falencias, especialmente en los establecimientos privados, y para ello promueve dos nuevos reglamentos, con los cuales pretende mejorar el control de la cartera hacia los centros privados y normar el servicio que brindan a la población. Los documentos se encuentran en etapa de socialización y se espera tenerlos listos en los próximos meses, para que entren en vigencia el próximo año.
Una de las normas establece que la autorización y modificación del precio que cobran los colegios privados en concepto de colegiatura esté en relación con el servicio que prestan y la excelencia educativa, entre otros puntos. Este eliminaría el Acuerdo Gubernativo 1202-85, de fecha 13 de noviembre de 1985, el cual establece que únicamente se podrán cobrar las cuotas autorizadas por el Mineduc. Sin lugar a dudas, si se concreta esta modificación, será un gran paso para que los centros privados cumplan con la calidad educativa que tanto demanda la sociedad.
Es importante que las autoridades del Mineduc generen un consenso en torno a las nuevas regulaciones para que sean adoptadas y se pongan en práctica. Esto para que no pasen a formar parte de las innumerables leyes que se aprueban, pero que solo quedan en papel porque nunca se cumplen.
Una educación de calidad, es esencial para el aprendizaje verdadero y el desarrollo humano, que tanto necesita el país. Esto para facilitar la transmisión de conocimientos y aptitudes necesarios para triunfar en una profesión y romper el ciclo de pobreza. La excelencia desempeña un papel crítico a la hora de disminuir las desigualdades. Es momento de generar transformaciones en este sector.
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