A 15 días de que se cumplan los dos años de haber sido citada la ministra de Educación para interpelación, esta aún continúa. Aunque ha tenido que estar pendiente de asistir al Congreso desde hace cerca de 700 días, no fue sino hasta el 25 de marzo de este año cuando ingresó al pleno.
Las preguntas formuladas inicialmente fueron ya agotadas, pero la licenciada Del Águila continúa asistiendo al Congreso cada sesión que se programa, con lo cual ella y su equipo ven truncadas sus agendas de trabajo debido a estas innecesarias citaciones.
Los retos que enfrenta el sistema educativo son grandes. El principal es elevar los niveles de aprendizaje de los alumnos; es decir, lograr una formación más integral que les genere las competencias para la vida y el entorno laboral que necesitan en este mundo globalizado.
Recordemos que al concluir sexto grado de primaria solo una tercera parte de los alumnos logra el nivel esperado en lectura, y la mitad lo alcanza en matemática. En secundaria, los logros de aprendizaje son menores.
La formación de los docentes, tanto inicial como en servicio, continúa siendo un tema fundamental para mejorar la calidad de la educación. Lo que sucede en el aula está muy relacionado con las capacidades de los maestros y la implementación del Currículo Nacional Base.
De ahí la importancia de aumentar los años de formación y contar con un pénsum que desarrolle los conocimientos, las destrezas y las habilidades para ser excelentes docentes en su labor de enseñanza-aprendizaje.
Otros temas fundamentales pendientes en la agenda son la reforma del sistema de supervisión, la disponibilidad de tecnología en los centros educativos, la mejora de la infraestructura escolar y la efectiva distribución de los recursos para la alimentación escolar, útiles y material didáctico.
Ahora se cuenta con libros de lectura en las escuelas y se lee a diario. Seguramente en los próximos años veremos mejores resultados en la comprensión lectora.
La educación bilingüe todavía presenta desafíos para ser implementada; aún debe fortalecerse la metodología de enseñanza en lengua materna y también introducir el idioma inglés.
Como vemos, las acciones y estrategias que debe desarrollar el Ministerio de Educación, son innumerables. El tiempo es escaso, por lo que es inaceptable e indeseable que se continúe la interpelación a la ministra de Educación.
Para los estudiantes guatemaltecos es mejor que ella y todo su equipo destinen toda su energía a las actividades inherentes a sus puestos.
En una república democrática la interpelación es un recurso valioso e importante, que permite llevar a cabo la función fiscalizadora que la ley asigna al Congreso. Sin embargo, no debe abusarse de este recurso, alargando el proceso más allá de lo necesario.
En el caso de la Ministra de Educación desde hace ya un buen tiempo podría haber concluido el proceso, liberando tiempo a los funcionarios y técnicos del Ministerio, y dando espacio a los temas importantes en la agenda del país.
Ahora le toca el turno al debate del plan de presupuesto para 2015 y este debería ser el centro de atención de las discusiones técnicas y políticas.
Los ciudadanos hacemos un llamado a los diputados para que concluya la interpelación a la ministra de Educación, a fin de orientar los recursos, el tiempo y la energía a los temas tan importantes en el sistema educativo.
Trabajemos todos en torno a las metas del país al 2021: cumplir con los 180 días de clase; contar con maestros preparados y competentes, y lograr que los alumnos aprendan lo necesario, en lectura y matemática.
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